La 39 edición de Palma Feria de Artes Escénicas de Andalucía rinde homenaje este año a Roberto Quintana, una de las figuras claves en el desarrollo del sector en los últimos cincuenta años, y que recibirá el martes 5 de julio el Premio Salvador Távora a la trayectoria profesional.
Catedrático, actor de teatro, cine, radio y televisión, dramaturgo, director de escena, productor, creador de Esperpento, Teatro del Mediodía o Teatro de Repertorio, entre otras compañías…, Roberto Quintana jugó además un papel determinante en la década de los 90 en el impulso y la consolidación de la Feria de Palma, un proyecto que daba sus primeros pasos y que encontró en aquella Consejería de Cultura una gran afinidad.
Desde su función como director del Centro Andaluz de Teatro, Quintana supo ver la necesidad de una Feria fuerte en el sector de las artes escénicas de Andalucía, y se convirtió en uno de los artífices de la apuesta institucional de la comunidad autónoma. En aquellos años, Feria de Palma obtuvo de la Consejería de Cultura un decidido apoyo que se tradujo en importantes aportaciones de material, un incremento presupuestario y hasta la cesión temporal del personal del CAT para el desarrollo de diferentes programas e iniciativas.
Roberto Quintana ha construido una notable trayectoria profesional, tanto en Andalucía como fuera de nuestra comunidad autónoma, un actor de 149 personajes en 340 teatros. Ha impartido cursos en el Institut del Teatre, la ESAD, la CNTC, la UNIA o el Instituto del Teatro de Sevilla -del que fue fundador, como del CAT y el Centro de Documentación Teatral-. Comisario del Centenario Brecht, ha estrenado en el TNC, La CNTC y el CDN y editado ‘Una vida de comediante’ o ‘Hecho de la misma materia de los sueños’, entre otras publicaciones.
Quintana ha estado vinculado a un sinfín de proyectos escénicos, con entidades y compañías como Teatre Nacional de Cataluña, Centro Dramático Nacional, Centro Andaluz de Teatro, CNNTE, Real Orquesta Sinfónica de Sevilla, Catedrales de Toledo y Sigüenza, Teatro y Anfiteatro de Itálica, Teatro Romano de Mérida, Corral de Comedias de Almagro y 6 Compañías propias, entre otros, y 45 Compañías privadas: Teatro Clásico de Sevilla, Teatro de la Abadía, Cía. Salvador Collado, Cía. Miguel Narros-Andrea D’Odorico, Cía. Juanjo Seoane, Cía. Manuel Canseco, Focus, Sala Beckett, Teatre Grec, Tabanque, Cía. La Tarasca, Cía. La Fundición, Cía. Abao, Teatro Estable Castellano, Cía. Teatro de Rojas y TEU, entre otras y bajo la dirección de Carlos Gandolfo, Sergi Belbel, M. Narros, Juan C. Sánchez, W. Layton, Calixto Bieito, Alfonso Zurro, Fco. Nieva, M. Scaparro, R. Simó, John Axelrod, entre otros.
«Con Roberto Quintana, actor, maestro y, sobre todo, amigo, he compartido, al menos, tres momentos de teatro y de vida irrepetibles… En las tres obras, Roberto logró aquello tan difícil y enigmático que muy pocos artistas consiguen: unir arte y vida de manera indivisible. Al pensar en Roberto pienso en su entrega, en su amor absoluto, su pasión por el teatro (debería decir por el Teatro, así, con mayúscula), en su enorme cultura, en su extraordinaria calidad vocal y expresiva (es un ‘actor de texto’ como pocos he encontrado en toda mi carrera) y en su facilidad para ‘introducirse’ en el alma de los personajes, bucear en su interior, hasta lo más profundo, para luego extraer de ellos lo mejor y mostrarlo ante los espectadores sin retorcimientos, sin complicaciones, sin tan siquiera un atisbo de barroquismo innecesario. Pienso en su fuerza, en su potencia, pero también en su extremada delicadeza, en su limpieza cristalina y en su extraordinaria sensibilidad”, recuerda Sergi Belbel, que comparte admiración y amistad como muchos otros profesionales.
“Uno de los privilegios que tiene esta profesión es poder trabajar con alguien al que siempre admiraste. Eso sucedió cuando tuve la fortuna de compartir escenario con Roberto Quintana. Aprendí y disfruté. ¡Padre y Maestro Mágico, Salud!”, recuerda Antonio Dechent, como también lo hace Andrés Lima: “Roberto Quintana es un crack, siempre lo ha sido y lo será en sus próximos 50 años de teatro. Buen actor, buen gestor y excelente persona. Roberto es elegante, es sensible, es inteligente. Es un excelente conversador y una fuente inagotable de anécdotas teatrales”.