Fernando Hurtado sigue bailando con la compañía que lleva su nombre y cumpliendo años sobre los escenarios, concretamente 20. Y lo celebra hoy sobre las tablas del escenario del Teatro Coliseo en el marco de la 37 Palma Feria de las Artes Escénicas de Andalucía con el estreno de su espectáculo ‘Low Cost’, una crítica llena de humor e ironía a cómo se ha sentido y se le ha tratado, a su compañía y a las artes escénicas en general, en estas dos décadas. “El título lo define todo, siempre hemos tenido que trabajar en condiciones precarias, siempre peleando, luchando contra corriente. Ha sido un camino muy solitario, como un predicar en el desierto, pero aquí estamos, a pesar de todo”, asegura el bailarín y coreógrafo.
‘Low Cost’ es un compendio de estos 20 años que ofrece al espectador “danza y emoción”. El espectáculo contiene matices y escenas de otros espectáculos anteriores en los que Hurtado se ha sentido mejor. Sobre la escena, tres bailarines -un niño, una mujer de mediana edad y él mismo- representan tres generaciones y tres tiempos: futuro, presente y pasado. Y de todo ello hablan los cuerpos y el movimiento.
Con todo ese bagaje, Fernando Hurtado se presenta un año más ante el público de Palma Feria, al que ha tenido la oportunidad de mostrar la mayoría de sus trabajos. “Siempre he peleado por estar en la feria, siempre hemos estado y no podíamos faltar ahora que cumplimos 20 años; para que la gente vea que la compañía sigue evolucionando, sigue creando y atacando nuevos retos”, explica Hurtado.
A pesar de la situación “crítica” que vive el sector cultural por la pandemia, Fernando Hurtado reconoce que su compañía no se ha visto especialmente castigada por las cancelaciones de contratos y ha podido sortear la crisis gracias a un gran repertorio y la posibilidad de mantener seis espectáculos en gira para públicos diversos. “Teníamos una buena base y eso nos ha ayudado”, apunta.
No obstante, ve el futuro repleto de incógnitas e incertidumbre. “Lo único que nos puede salvar es el espíritu de recuperación” y apela a un cambio de mentalidad en los artistas, el público y las instituciones para mejorar las cosas. “Es necesario que la cultura se considere como una actividad primordial y que a los artistas nos vean como transformadores de la sociedad y de almas”.