La mirada nostálgica al pasado más reciente, ese que abarcó los años setenta y ochenta del pasado siglo, está de moda. Hay series, libros y películas que triunfan en todos los medios audiovisuales. Y también estará presente en la Feria de las Artes Escénicas de Palma del Río, de la mano de la compañía La Casquería, que estrenan en la muestra cordobesa su último espectáculo, El último verano.
Para entender este montaje, primero hay que situarse a finales de los setenta. En 1978, sonaba en todas las radios Vivir así es morir de amor, un clásico de Camilo Sesto. Había llegado la televisión en color, algo que por muy lejano que nos quede hoy en día supuso un acontecimiento en aquella época. La música entraba en los hogares españoles desde los festivales de San Remo o Benidorm. Y aquel verano en concreto se sitúa la acción.
Raquel López y Anna París, directoras y fundadoras de La Casquería, destacan tres elementos de El último verano: “La frescura, la fisicalidad y la composición musical original”. La obra, pensada expresamente para calle y espacios no teatrales, “ha supuesto un intenso trabajo de creación para lograr una pieza que enganche a todos los públicos y que mantenga la atención en espacios abiertos y con muchas distracciones como es la calle. Por eso, hemos construido una obra con mucha danza (fisicalidad), con humor (frescura) y con una música muy potente”.
La Casquería nace en Sevilla en el año 2012, como plataforma para la creación artística en el ámbito de las artes del movimiento y danza contemporánea, de la mano de las bailarinas y creadoras Raquel López y Anna París. La Casquería prevé entrar en sala en el último trimestre de este año con un nuevo espectáculo que se podría estrenar en 2019.