Bajo la coordinación de Antonio Onetti y en colaboración con la Academia de las Artes Escénicas de España, la Feria de Teatro de Palma del Río va a acoger el desarrollo de un proceso de investigación, debate y taller sobre el andaluz en la escena, que contará con la participación de destacados expertos, desde filólogos, dramaturgos, directores de escena e intérpretes: Antonio Onetti, Vicente Palacios, José Manuel Seda, Mercedes de los Reyes, Alfonso Zurro, Pepa Gamboa, Pedro Álvarez-Ossorio, Antonio Álamo, Julia Oliva, Juan Carlos Sánchez
Hace ya muchos años que el andaluz, en todas su variantes y peculiaridades que forman el dialecto, se ha convertido en vehículo expresivo en numerosas producciones teatrales y audiovisuales contemporáneas. Por suerte, ya pasaron aquellos tiempos en que “el andaluz”, como tipo, era en sí mismo un personaje. Compañías andaluzas con solera, como la Cuadra de Sevilla o La Zaranda de Jerez, o más recientes, como Chirigóticas de Cádiz, por poner sólo algunos ejemplos, llevan tiempo usando el andaluz como vehículo expresivo, una forma idiomática que no se limita a una pronunciación, sino que incluye léxico y construcción gramatical diferenciados y una musicalidad propia que forma parte de la riqueza del español.
A eso habría que añadir el imaginario andaluz como magma primigenio de la creación en todas las vertientes de las artes escénicas, desde la dramaturgia a la dirección, pasando por las influencias en la música y la plástica escénicas. Y no olvidemos que el andaluz es la mayor seña de identidad de su comunidad autómona, que en otras disciplinas artísticas y literarias, como la canción o la poesía, también tiene un recorrido enorme y genuino.
En el terreno específico de la interpretación, para nuestros actores y actrices, el andaluz no tiene por qué ser ni un obstáculo, ni una alternativa al castellano, sino una herramienta más que les permita interpretar insdistintamente en un contexto u otro, de la misma forma en que los actores catalanes, vascos o gallegos pueden trabajar en ambos idiomas según el caso. Para ello se ha hecho necesario que dramaturgos, directores de escena y compañías apuesten por este modelo identitario en una parte importante de la producción andaluza. Sin embargo, no existe una técnica vocal desarrollada y específica del andaluz, ni en las escuelas oficiales ni fuera de ellas, que estudie y permita mejorar esta parte del trabajo actoral, probablemente porque se ha mantenido la idea de que el andaluz es un lastre para el actor y lo que le permitirá trabajar es el castellano. Ahora ya sabemos que ambas posibilidades no son incompatibles y los actores necesitan las herramientas adecuadas para perfeccionar su trabajo en ambas modalidades. Sin embargo, los actores que trabajan en andaluz lo hacen de manera autodidacta, aplicando los conocimientos que poseen sobre la voz como herramienta a éste trabajo específico, o recurriendo a los clichés teatrales derivados de la herencia del teatro de los hermanos Álvarez Quintero, es decir, la exageración, cuando no ridiculización, del andaluz.
Estructura del proyecto:
La Jornada se plantea en dos vertientes, teórica y práctica que confluirán en la última mesa redonda previa a la clausura:
- Por un lado, una serie de mesas redondas con ponencias y debates que reúnan a profesionales y docentes de todos los sectores relacionados con el andaluz como herramienta idiomática en la artes escénicas, a fin de poner en común, analizar y discutir todos los factores que rodean la cuestión no sólo desde el ángulo interpretativo, sino también de la dirección actoral, la dramaturgia, la producción y el estudio riguroso que aporta la universidad.
- Por otro, un taller de investigación de técnica vocal centrado en el correcto uso del andaluz sobre el escenario, en el que participarían actores y actrices profesionales andaluces, así como profesores de técnica vocal de las escuelas de arte dramático andaluzas, dispuestos a poner en común su experiencia e investigar los elementos comunes. Las conclusiones de esta investigación se expondrían en la última mesa de las jornadas, donde se realizaría un balance y una conclusiones.