Sí, soy yo, Caperucita, pero el tiempo ha pasado, y ya no soy una niña.¡Ya no soy la Caperucita de antes!
Mamá no entiende que algo ha cambiado. No voy a estar toda la vida llevándole la comida a la abuela.
Sí, lo sé, no soy perfecta, pero ¿qué puedo hacer? Siempre he intentado ir por el mismo camino, pero a veces sigo mi “instinto animal” y ¿por qué no probar lugares nuevos?
Puedo equivocarme, pero son mis errores, y los necesito.
No estoy para que me cuenten….cuentos.