Teatro Clásico de Sevilla presenta en Feria de Palma ‘La violación de Lucrecia’, un monólogo femenino que lleva la firma de Alfonso Zurro, que ha adaptado el poema ‘La violación de Lucrecia’ escrito por William Shakespeare en 1594, expandiendo el evento histórico y acercándolo a la actualidad
En torno a él, Alfonso Zurro ha escrito y desarrollado una dramaturgia muy especial. Primero para articularlo como monólogo femenino. Y después, abrirlo en varias líneas dramáticas que amplíen el hecho histórico y nos lo acerquen hasta nuestros días.
Lucrecia nos coloca ante la violencia y la crueldad que conlleva un acto tan terrible. Un texto límpido que desarrolla diferentes planos de acción. Al centrarse en los acontecimientos narrados por la mirada de Shakespeare, provoca un efecto de perplejidad, que no deja indiferente al espectador.
El tono, la economía expresiva, la firmeza del perfil del personaje, la pulcritud del lenguaje, el dolor físico y emocional de Lucrecia… Todo ello, se condensa en esta pieza que describe con claridad lo que es el uso de la fuerza, el dominio y la humillación sistémica de la violación como arma machista contra la mujer.
El príncipe Tarquino, tras oír hablar a Colatino sobre su esposa Lucrecia, queda intrigado y decide abandonar la batalla para conocerla. Al verla, queda deslumbrado y pide quedarse a pasar la noche. Lucrecia, honrada y generosa, accede sin sospechar sus intenciones. Durante la noche, Tarquino entra en el cuarto de Lucrecia y trata de convencerla para que acceda a sus deseos. Al no lograrlo, la amenaza con asesinarla y colocar a un criado en sus brazos para simular un adulterio y así deshonrarla junto a su familia.
Finalmente, Tarquino la viola y huye. Devastada, Lucrecia envía un mensaje a su esposo Colatino pidiéndole que regrese urgentemente. Cuando él llega, Lucrecia le narra lo sucedido, revelando al final el nombre del agresor: el príncipe Tarquino. Luego, se suicida y su cuerpo es llevado por las calles de Roma, provocando la indignación del pueblo y los nobles, quienes exigen venganza. Tarquino es desterrado y la monarquía corrupta es derrocada, instaurándose la república.
Teatro Clásico de Sevilla es una compañía fundada en 2005 por el actor Juan Motilla Brito, que trae consigo el bagaje y experiencia de una serie de profesionales de las artes escénicas de destacada trayectoria en distintos ámbitos creativos.
La compañía nace con varios objetivos. Por un lado acercar piezas clásicas del teatro al público; obras de gran valor artístico y literario que conectan con el imaginario colectivo autóctono y con el de más allá de nuestras fronteras; obras que hablan de temas universales como el amor, la lealtad, la traición, el poder, etc. La compañía cuenta con espectáculos propios firmados por el prestigioso dramaturgo Alfonso Zurro, figura fundamental de la compañía. Otro objetivo primordial de la compañía es aglutinar a profesionales en torno al Teatro Clásico contando con la colaboración de una numerosa cantera de intérpretes, así como creadores de reconocida trayectoria en el campo de la iluminación, vestuario, escenografía, danza… A lo largo de su trayectoria y gracias a la enorme factura de sus espectáculos la compañía ha sido reconocida con más de 80 premios.