El actor Pedro Casablanc y el director Xavier Albertí firman un homenaje a Gómez de la Serna y Valle-Inclán con el espectáculo ‘Don Ramón María del Valle-Inclán’, una de las sensaciones más recientes de la temporada teatral madrileña. Producción de Teatro Español y Bravo Teatro, ‘Don Ramón María del Valle-Inclán’ brinda un homenaje a la vida y obra de dos autores fundamentales para entender las vanguardias españolas del siglo XX.
Acompañado por el pianista Mario Molina, Pedro Casablanc interpreta a Gómez de la Serna en un espectáculo que combina la música de Beethoven con el cuplé y la zarzuela de la época. Y donde Xavier Albertí elabora una nueva dramaturgia a partir del retrato que Ramón Gómez de la Serna realiza de su admirado Ramón María del Valle-Inclán.
Albertí toma como referencia la biografía que Gómez de la Serna escribió sobre Valle-Inclán desde su exilio en Buenos Aires para elaborar un espectáculo musical que nos invita a conocer en profundidad los mecanismos creadores de Valle, su compromiso irreductible, su posicionamiento ético en el mundo y cómo todo ello generó una de las obras cumbre de nuestra literatura: el esperpento. A través de su vida y obra, Gómez de la Serna nos acerca las herramientas de análisis, los instrumentos de disección y el canon estético para descubrir en profundidad a Valle-Inclán.
Los protagonistas regalan al público un espectáculo musical que su director define como un ‘monodrama’. “El espectáculo es raro en el sentido de que podría ser un texto con música que lo acompaña. Pero la música no tiene una función incidental, sino que intenta conectar con las entrañas del texto. Es un texto escrito con una cierta conciencia físico-acústica que busca una acupuntura acústica, convertir la palabra en música”. En palabras de su protagonista, “el espectáculo cuenta la vida, la obra, el compromiso y la aventura de Valle-Inclán. Esta es una semblanza que Gómez escribe con admiración y devoción a su maestro, de la cual Xavier Albertí parte para convertirla en un acontecimiento teatral y musical que cuenta vida, milagros y frustraciones del dramaturgo”, explica Pedro Casablanc.
La obra, en palabras de Xavier Albertí, nos invita a recorrer otro camino, más cercano a la intimidad, a la realidad cotidiana, a la valoración de unos principios éticos a veces ensombrecidos por la distorsión. Nos invita, en fin, a conocer en profundidad los mecanismos creadores de Valle, su compromiso irreductible con su posicionamiento ético en el mundo y cómo todo ello genera una de las obras cumbre de nuestra literatura. Porque en ‘Don Ramón María del Valle-Inclán’ se produce un doble retrato, el del retratista y el retratado, los dos Ramones: “Viajando hacia la vida, la obra y el alma de Valle-Inclán podemos observar sus herramientas de análisis, sus instrumentos de disección, su canon estético. Así se produce el milagro de la suma estilística y vital de dos creadores literarios esenciales para entender una buena parte de las vanguardias españolas del siglo XX. Muchas han sido las aproximaciones ditirámbicas hacia la figura de Valle, esperpénticas incluso, para hacer honor al género por él bautizado”.
Los miembros de Bravo Teatro llevan desde los años 70 trabajando en el teatro tanto para compañías privadas como para teatros públicos, desempeñando labores tanto en la parte técnica como en ayudantías de dirección y producción hasta que en 1998 deciden empezar a producir espectáculos propios animados por Adolfo Marsillach y Mercedes Lezcano.
‘Mujeres ‘de Mercè Rodoreda, ‘Otoño en Familia’ de James Saunders, ‘Danza Macabra’ de Strindberg, ‘Conversación con Primo Levi’ de Ferdinando Camon y ‘Extraño Anuncio’ de Adolfo Marsillach son sus inicios en la producción, todos bajo la dirección de Mercedes Lezcano. Un Picasso de Jeffrey Hatcher y Yo soy Don Quijote de la Mancha de José Ramón Fernández son otras de nuestras producciones.
Más recientemente, ‘Caminando con Antonio Machado’ de José Sacristán y ‘Muñeca de Porcelana’ de David Mamet son otros trabajos como productores de Bravo Teatro.