Atalaya Teatro, que aborda por vez primera una obra de Samuel Beckett, se presenta en Feria de Palma con el montaje ‘Esperando a Godot’. En escena, cuatro de los más veteranos actores y pedagogos del grupo que, a lo largo de un cuarto de siglo, han tomado parte en la mayor parte de los montajes creados por Atalaya.
El texto sigue con fidelidad al autor (ya que, por otro lado, Samuel Beckett no permite versión ni adaptación alguna) pero con un ritmo vivo que lo aleja de las visiones demasiado densas y oscuras que tanto se prodigan sobre la obra becketiana. En el montaje se ha puesto el acento en su carácter de tragicomedia, un estilo en el que Atalaya se maneja muy bien como muestran las versiones de ‘Celestina’ y ‘Divinas Palabras’, las dos obras más representadas por Atalaya en toda su trayectoria. En esta ocasión, sin embargo, no aparece el tono telúrico de dichos montajes, sino que predomina un clima que bien pudiera asemejarse a las pinturas de Magrite o los dibujos de El Roto, sin olvidar la influencia del teatro de la muerte y de los objetos de Tadeusz Kantor.
Si con Molière la compañía de Ricardo Iniesta se adentró por vez primera en una comedia, llegó el momento de transitar el teatro del absurdo y, en especial, su máximo referente: Samuel Beckett, un autor que nunca había formado parte de sus montajes, a pesar de que en muchos talleres de TNT y Atalaya se ha trabajado con textos suyos. Por todo esto se elige llevar a escena la obra cumbre del teatro del absurdo, ‘Esperando a Godot’, poco escenificada por el teatro andaluz, que cumple en 2022 y 2023 los 70 años desde su publicación y su estreno.
Para ello, explica la compañía, “contamos con cuatro de los actores más veteranos y con más capacidad para generar la atmósfera tan particular que requiere la obra. Dos de ellos comenzaron en 1995 con Atalaya, otra en 1996 y otro en 2001; es decir que entre los cuatro suman casi cien años en las giras con Atalaya. Ahora, con ese bagaje de edad y experiencia tienen la credibilidad necesaria para encarnar a estos personajes tan especiales como son Vladimir, Estragón, Pozzo y Lucky, cuyo universo no admite caracterizaciones forzadas, tal como exigía el autor”.
Atalaya se ha convertido en una de las compañías españolas más prestigiosas y referente del teatro de investigación. Así lo han subrayado los críticos más prestigiosos y así lo señalo el jurado que le concedió el Premio Nacional de Teatro 2008 “por la creación de un espacio original de exhibición, producción, formación y reflexión teatral, resultado de una larga trayectoria profesional”.
A lo largo de sus 40 años de trayectoria –que están celebrando en 2023– ha recorrido más de 600 teatros de 50 países del mundo en los seis continentes y la totalidad de las provincias españolas. Ha participado en casi 200 festivales internacionales y obtenido 60 premios, 5 de ellos internacionales en países extracomunitarios.
Atalaya ha llevado a escena a muchos de los más grandes dramaturgos universales: los trágicos griegos, Shakespeare, Rojas, Molière, Brecht, Valle, Lorca, Maiakovski, Müller, Weiss…: «Tras escenificar en los últimos años tres textos clásicos, que siguieron a tres contemporáneos, «tocaba» regresar a los autores más vanguardistas del siglo XX; no queríamos volver a Brecht, a Lorca o a Valle, Atalaya tenía una asignatura pendiente».