El circo andaluz, suma y sigue… La compañía Rolabola Circo acaba de recibir el Premio Nacional de Circo 2017, dotado con 30.000 euros. El jurado ha valorado singularmente «su búsqueda incansable, dentro del lenguaje del circo, de formas integradoras, así como por la creación de espacios dinamizadores». El jurado también ha destacado que la compañía malagueña posee una perspectiva contemporánea y que se ha convertido en un catalizador de artistas, proyectos e iniciativas, entre las que destaca su último proyecto-espectáculo, Circo Mediterráneo y su carpa itinerante.
Rolabola es una de esas compañías que ha cambiado completamente el circo andaluz, un sector que ya fue reconocido el año pasado con el Premio Nacional a otro artista malagueño, Miguel Ángel Moreno (Bolo) de la compañía Vaivén Circo. Más que empezar a hablar de un sello de calidad, el circo andaluz se identifica ya con una manera de creación, recuperando una disciplina que no siempre a gozado de buena salud. Compañías como Rolabola han puesto el acento en la recuperación de las formas tradicionales del circo, pero han ido mucho más allá. En su apuesta por la investigación han asentado las bases de un estilo contemporáneo y un carácter deslumbrante.
Así que, sin duda, no sólo se empieza a hablar de un sello andaluz, sino que que empieza a ser de mucha calidad» entorno a esta disciplina, que el pasado año vio como se reconocía al payaso malagueño Bolo. Y precisamente por este motivo, porque en año pasado también fue el circo andaluz el premiado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, de la Pola no se esperaba que este año volviera a recaer en una compañía de Andalucía.
Trabajando por y para el circo desde el año 1996, es en 1999 cuando la compañía da el salto profesional y se constituye como una de las primeras compañías circenses con perspectiva contemporánea en Andalucía. Rolabola ha liderado y/o participado en múltiples proyectos. Durante sus casi dos décadas de vida ha gestionado espacios propios como la Sala Piruetta y participado en la gestión de espacios colectivos como la Carpa de Cubillas; ha distribuido material circense y ha participado en la organización de actividades, proyectos, programaciones y festivales circenses como Circada, el festival de circo más importante de Andalucía. Y, por supuesto, ha producido espectáculos, seis concretamente, realizando más de 1.000 funciones, incluyendo la mayoría de los festivales y ferias del estado (Trapezi, Tárrega, La Bisbal, Palma del Río…) y diversas giras internacionales en países como Marruecos, Francia, Italia o Eslovenia.
Rolabola ha creado espectáculos de mediano formato para interior y exterior, entre otros, Circolari, Charivari, Casa Paco o Plázidos Domingos. Con estos montajes se han presentado en más de mil funciones en diversos festivales y ferias de España, y han estado de gira por países como Marruecos, Francia, Italia o Eslovenia. Su actividad internacional también incluye colaboraciones con ONG como Payasos Sin Fronteras en Palestina o el Sáhara Occidental.
La compañía ha creado desde entonces y hasta la fecha 6 espectáculos de circo de mediano formato para interior y exterior (Circolari, Charivari, Casa Paco, Plázidos Domingos, Cirkea y Lucha!), alguno de los cuales se han visto en la programación de la Feria de Teatro en el Sur de Palma del Río.
El Premio Nacional de Circo es un reconocimiento a una larga trayectoria de más de dos décadas en las que Rolabola ha conseguido aunar el espectáculo circense tradicional, el de toda la vida, con las técnicas y artes más modernas. Es por eso que Alfonso de la Pola, uno de los fundadores de la troupe, explica que “nunca hemos dividido entre el circo tradicional o contemporáneo, sólo hablamos de circo”. Aunque la compañía es “más o menos nueva”, asegura, “tenemos una carpa como los circos tradicionales. Nunca nos hemos querido posicionar de un modo u otro”.
Es esa mezcla entre lo clásico y lo contemporáneo lo que ha valorado el Ministerio, pero también “nuestra capacidad para actuar en los espacios dinamizadores”, esto es, la participación de Rolabola en infinidad de eventos para fomentar el desarrollo del circo. Son, por ejemplo, “escuelas que nacen de la voluntad de la gente, no de las instituciones, y siempre hemos querido estar ahí”, afirma De la Pola.
El circo, como espectáculo cultural, no lo tiene fácil en un mundo dominado por las nuevas tecnologías en el que los hábitos de ocio cambian casi cada día. No se puede ver y disfrutar del circo a través del móvil o de Internet; hay que ir a verlo en persona. Así, De la Pola reconoce que “venimos del mundo analógico, con tanto rollo digital. Todo se ha tenido que adaptar a los nuevos tiempos”, porque “el circo tiene que evolucionar junto a los gustos y sensibilidades del público”.
Para llegar a este galardón, Rolabola ha tenido que sortear, como todas las compañías culturales, la crisis económica (y dicho sea de paso, el impacto del IVA cultural). Y en dos aspectos fundamentales. Por un lado, la reducción en los presupuestos de los espectáculos debido a que “las instituciones cada vez están gastando menos o simplemente no gastan más, que es lo mismo”, sostiene De la Pola. Por si fuera poco, los espacios de exhibición son cada vez más pequeños, con el agravante de que “se van deteriorando y perdiendo y se pierde el interés” por la cultura en general y el circo en particular.
Y un segundo aspecto en el que ha influido la crisis ha sido en las taquillas. “Hay que jugar con la realidad de la ciudadanía. Si la cosa está jodida para mucha gente hay que ajustar los precios. Es algo con lo que hemos luchado”, manifiesta Alfonso de Pola. En definitiva, hay que ser realistas.
Pese a todo, el circo ha logrado salir más o menos indemne de la crisis económica y cultural. Pero hay que tener prudencia, puntualiza De la Pola. “En general, si uno no es muy generoso, se puede decir que el circo en Andalucía goza de buena salud, más o menos, pero creo que no debemos de conformarnos con esto porque a no todo el mundo le está yendo bien”. De ahí que De la Pola concluya con un deseo: “Todos estamos muy unidos y necesitamos que el circo tenga mejor salud”.